Se trata de una revisión sencilla y rápida que te indicará cuál es el estado de tu salud reproductiva.
Tanto mujeres como hombres damos por hecho que no tenemos ningún problema de fertilidad. Pero los profesionales, cada vez nos encontramos con más casos de infertilidad y no solo por retrasar la edad de ser padres. Sabemos que a mayor edad disminuye tanto la reserva ovárica como la calidad seminal pero además, hay otras patologías que afectan a nuestra capacidad reproductiva y que diagnosticadas a tiempo mejoran su pronóstico.
Hacer un Test de Fertilidad periódico de la misma forma que hacemos el chequeo anual para saber que todo está bien, nos evitará sorpresas desagradables y nos permitirá tomar decisiones a tiempo en caso de que hubiera algún problema.
La edad de maternidad ha ido subiendo, pero la edad fértil de media en la mujer es la misma, hasta los 30 años es óptima, y luego comienza a descender. Según la American Society of Reproductive Medicine, las mujeres menores de 30 años tienen aproximadamente un 25% de probabilidades de quedar embarazadas en cada ciclo menstrual si tienen relaciones sexuales sin protección. Las mujeres mayores de 30 años tienen un 20% de probabilidad, y cuando la mujer cumple 40 años, la probabilidad de lograr el embarazo es solo del 5%.
Es recomendable que te hagas el Test de fertilidad a partir de los 30 años.
Si tienes alguna patología ginecológica como la endometriosis es conveniente comenzar más pronto a hacer los test de fertilidad, ya que tu reserva ovárica puede verse afectada antes de tiempo. Además, en caso de tener sintomatología compatible puede ser conveniente acudir, ya que en muchos casos estas patologías tardan en ser diagnosticadas y se descubren cuando se acude a un especialista en reproducción por un problema de fertilidad.
Se trata de una valoración por una ginecóloga especialista en fertilidad. En primer lugar, se evaluarán posibles antecedentes personales y familiares que puedan afectar a la fertilidad, así como la historia ginecológica de la mujer.
Quée pruebas incluye:
Se realiza una analítica para determinar el valor de la hormona antimulleriana, que es el parámetro más objetivo a la hora de valorar la reserva ovárica. Esto nos habla de cantidad de óvulos, pero esta información debe ser interpretada conjuntamente con la edad de la mujer y sus antecedentes, ya que es fundamental tener en cuenta la calidad de estos óvulos.
Se realizará una ecografía para estudio del útero y ovarios, siendo 3D en caso necesario. A nivel uterino se va a descartar malformaciones de la cavidad uterina, miomas, pólipos etc. que pudiesen dificultar una gestación, y que en algunos casos precisan de cirugía para corregirlos y poder llevar un embarazo a término. A nivel de ovarios se hace una primera valoración de reserva ovárica (recuento de folículos antrales) y se comprueba la ausencia de patologías como quistes ováricos o endometriosis.
Con todos estos datos, la ginecóloga hará una valoración global y te proporcionará información sobre el estado de tu fertilidad. En caso de no desear buscar un embarazo a corto plazo te puede recomendar controles periódicos o vitrificación de óvulos si existe riesgo de pérdida de fertilidad. Si por el contrario existe una dificultad para conseguir la gestación, te orientará hacia las técnicas que pueden ayudarte a conseguirlo.
En caso del varón se evaluarán los antecedentes personales y familiares, se realizará un seminograma para comprobar que la concentración, movilidad y morfología de los espermatozoides sea la correcta.
Valoración de la pareja, posibles antecedentes personales y familiares que puedan afectar a la fertilidad. así como la historia ginecológica de la mujer.
Qué pruebas incluye:
Valoración de la pareja, posibles antecedentes personales y familiares que puedan afectar a la fertilidad. así como la historia ginecológica de las dos mujeres.
Que pruebas incluye:
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