EMBARAZOS NO EVOLUTIVOS, PERDIDA GESTACIONAL

Publicado en General el 13 de junio de 2022.

Un embarazo no evolutivo corresponde a un embarazo que se ha detenido de forma precoz durante su curso y que no da lugar al nacimiento de un bebé. Este acontecimiento se produce con mayor frecuencia en el primer trimestre y en aproximadamente el 70% de los casos está relacionado con una anomalía cromosómica del embrión.

¿Qué tipos de embarazos no evolutivos existen?

  • Aborto bioquímico: Se trata de una pérdida gestacional muy precoz, de manera que no se llega a poder ver por ecografía saco gestacional ni embrión, y se detecta por un test gestacional positivo en sangre u orina que posteriormente resulta negativo
  • Aborto diferido: Es una pérdida gestacional que se diagnostica por ecografía cuando el embrión se detiene en su crecimiento o deja de tener latido cardíaco. En algunos casos la paciente comienza a sangrar y acaba teniendo un aborto espontáneo, pero en los casos en los que no se produce sangrado suele requerir de tratamiento médico o bien de legrado
  • Gestación anembrionada o huevo huero: Es un tipo de aborto diferido en el cual no se ha llegado a ver embrión por ecografía y tan sólo se puede ver el saco gestacional incluso después de pasar una semana de evolución.
  • Gestación ectópica: Esta se produce cuando el embrión en lugar de implantar en el endometrio implanta en otras localizaciones de la pelvis, siendo la más frecuente la trompa. El diagnóstico se basa en la ecografía ginecológica y el control de niveles de la hormona BHCG. En algunos casos la paciente puede presentar síntomas como dolor o molestias en la región pélvica donde se encuentra el ectópico, pero en la gran mayoría de los casos cursa de forma asintomática. El tratamiento puede ser con una medicación citotóxica para las células fetales o bien mediante extirpación de la trompa por laparoscopia, siempre en función del riesgo de rotura de la misma y valorando la posibilidad de que pueda volver a ocurrir en otra gestación.
  • Gestación molar: Consiste en un desarrollo anormal del tejido trofoblastico o placentario en una gestación anómala en la que el feto no llega a formarse. Esto da lugar a un aumento exagerado de los niveles de BHCG así como un crecimiento endometrial de la placenta dentro del útero. El diagnóstico se realiza por tanto mediante medición de BHCG y por ecografía ginecológica. De confirmarse la mola, el tratamiento consiste en realización de legrado por aspiración y controles posteriores de los niveles de BHCG para descartar la posible invasión trofoblástica.

¿Cuáles son las causas?

La mayor parte de los abortos (en torno al 70% de los casos), ya sean bioquímicos, diferidos o anembrionados, se debe a alteraciones fetales que hacen que el embrión detenga su desarrollo en alguna de las fases más tardía o más precoz del embarazo.

Existen otras posibles causas asociadas como pueden ser:

  • Presencia de trombofilias genéticas que provoquen una mayor predisposición a la formación de trombos a nivel endometrial y uterino.
  • Otros problemas endometriales como puede ser un desplazamiento de la flora normal.
  • Presencia de miomas que alteren la cavidad u otras patologías de la anatomía uterina.

¿Se pueden evitar?

Es importante tener en cuenta que un único aborto de forma aislada no predispone a que esta situación pueda volver a ocurrir en una siguiente gestación, pero a partir del segundo aborto si está indicado investigar todas las posibles causas para evitar que puedan volver a producirse

La mayoría de los casos de anomalías cromosómicas del embrión, se pueden evitar haciendo un Diagnóstico Genético Preimplantacional, DGP.
Según va avanzando la edad de los progenitores, aumentan las anomalías cromosómicas, por lo que a partir de los 38/39 años es recomendable hacer un diagnóstico embrionario para confirmar que son embriones sanos y en los casos de los varones, analizar si existe fragmentación de ADN espermático con el COMET y utilizar las técnicas necesarias para seleccionar los espermatozoides no fragmentados con Fertile Chip y Fertile Plus. (link a técnicas)

En el caso de los ectópicos la causa no está bien definida. Hay estudios que han detectado mayor tasa de embriones anómalos en las gestaciones ectópicas, pero también puede deberse a alteraciones de la funcionalidad de las trompas de manera que el embrión se pueda desplazar hacia estas y hacer una implantación anómala. Por ello en pacientes con gestaciones ectópicas recurrentes el tratamiento de elección es la salpinguectomía, intervención quirúrgica que consiste en la extirpación de las trompas de Falopio.

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